Estímulos sociales en niños por jugar en parques infantiles

18.03.2016.

Guarda un hueco en tu agenda cada semana para acercar a tu hijo o hija a un parque infantil. Están llenos de beneficios para ellos y no solo porque realizan ejercicio físico si no porque además desarrollan otras capacidades sociales importantes para su crecimiento. Te las contamos.

Obviamente, somos unos defensores aférrimos de los parques infantiles y desde muchos puntos de vista. Más allá de los beneficios que éstos tienen a la hora de que descarguen adrenalina y hagan ejercicio, también ayudan a que nuestros pequeños desarrollen otras capacidades, sociales en buena parte, que les ayudarán a su próxima vida adulta.

Se trata de un espacio de juego y disfrute. Ambas cosas son necesarias para el niño y para su desarrollo emocional. La experiencia de disfrutar y pasárselo bien mejora la autoestima, la creatividad del niño y probablemente, todo su desarrollo.
El parque infantil es un espacio de estimulación de la psicomotricidad. El niño sube y baja escaleras, corre, mantiene el equilibrio…
Está especialmente indicado para los niños que presentan dificultades o cierto retraso en este sentido.
Como padres, la mejor actitud es dejar que el niño decida en qué participa en el parque infantil, ya que jugará en aquellos espacios en los que se sienta seguro.
También se debe animar al niño o niña y ayudarle a jugar, subir o bajar de determinadas atracciones, por ejemplo el tobogán, para que vaya ganando en seguridad.
Un parque infantil es un lugar excepcional para estimular el lenguaje. Se trata de un espacio donde debe comunicarse e interaccionar con otros niños: comprender a los demás y hacerse entender; esto favorecerá su esfuerzo.
En el parque infantil la comunicación se basa en el juego, no está tan dirigida como en la escuela y no se le dan al niño las mismas facilidades que cuando está entre adultos y conocidos. Por eso le obliga a mejorar su comunicación
Las habilidades sociales son las estrategias que los niños utilizan para la relación con los demás.
En el parque deben utilizar y desarrollar habilidades para relacionarse con otros niños: pedir jugar con un niño, resolver pequeños conflictos, proponer juegos, hacer cumplidos…
Todo ello en un contexto menos organizado que lo que puede ser el recreo de un colegio. Un lugar mejor para mejorar las habilidades sociales.
El papel de los padres debe ser, en este aspecto, de enseñar “trucos” para relacionarse con los niños, más que intervenir y solucionar los problemas por sus hijos
Un parque infantil es un lugar privilegiado para que los niños aprendan a respetar e interiorizar normas básicas de relación social: guardar los turnos, ponerse en fila, respetar los tiempos de uso, por ejemplo, el columpio, respetar a los demás niños, mantener la limpieza, etc.